Cada vez más, el estrés y el ritmo frenético de nuestro día a día nos impiden disfrutar de una buena calidad de vida. Viajar es una de las actividades de ocio que nos permite salir de esta realidad y poder disfrutar al máximo de la cultura y los paisajes del mundo.
Muchas personas no llegan a disfrutar de sus vacaciones al estar continuamente planificando el alojamiento y las actividades que realizarán. Así surge el slow travel, una propuesta muy recomendable que nos permite disfrutar de forma consciente y única del viaje.
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Qué es el slow travel
La nueva forma de viajar conocida como slow travel apuesta por vivir una experiencia consciente y calmada en la que disfrutar del momento presente. Los orígenes del slow travel vienen del movimiento italiano slow food que surgió como una protesta a las cadenas emergentes de comida rápida en toda Europa en los años 80.
Desde el punto de vista del turismo, esta experiencia permite a la persona descubrir y explorar la cultura del lugar visitado de forma auténtica.
Cómo se aplica al turismo MICE
Esta nueva forma de viajar supone para las empresas MICE y agencias DMC nuevas posibilidades de experimentar una estancia de calidad en instalaciones que favorezcan un estado de calma para sus invitados.
Bien se puede optar por experiencias que incluyan únicamente el alojamiento o, además de esto, incluir diferentes servicios de ocio que les ofrezcan calidad y calma.
Puedes planificar este tipo de viajes adaptando las actividades según tus preferencias como empresa, optando por experiencias únicas que permanezcan en el recuerdo de los participantes.
Este tipo de experiencias son perfectas si deseas premiar a tu equipo de trabajo en un viaje de incentivos u organizar un viaje personalizado en el que puedan relajarse y disfrutar de unas vacaciones memorables.
Beneficios que aporta el slow travel a un empleado
A continuación te hablamos sobre la cantidad de beneficios que supone escoger esta filosofía slow travel de descubrir mundo a uno trabajador con el fin de premiarlo, o bien de ofrecerle una salida un momento personal o profesional muy concreto.
Desconectar del mundo digital y conocerse más
Esta es la mejor oportunidad para que el trabajador se desconecte del mundo digital y pueda disfrutar de las posibilidades que ofrece el slow travel. Aprenderá a valorar el tiempo, siendo consciente del momento presente y la cultura del lugar.
Además, partiendo hacia un lugar desconocido le supondrá un gran desafío personal. Es una experiencia que cambia por completo al tener que afrontar cualquier tipo de situaciones que están fuera del alcance de uno y de su zona de confort.
Será una experiencia enriquecedora que hará al individuo apreciar el momento presente y valorar las pequeñas cosas que hacen singular ese lugar.
Itinerarios abiertos a la espontaneidad y la improvisación
Se podrá personalizar el itinerario de viaje según tus preferencias y circunstancias, pudiendo modificarlo según la marcha. De esta forma, se viven momentos inolvidables y emocionantes que se recordarán por siempre pero, sobre todo, permitirá al viajero ajustar su viaje a sus necesidades o inquietudes concretas.
Además, viajar de esta manera brinda la posibilidad de conocer y relacionarse con un gran amplio círculo de individuos. Desde los lugareños de la zona hasta otros travellers. Gracias a esto, el viajero puede sumergirse en la cultura y forma de vida de la forma más auténtica posible, enriqueciendo su espíritu y encontrando maneras diferentes de entender la vida y las relaciones personales.
Sentirse realizado aportando valor a la comunidad
Se puede destinar parte del tiempo realizando actividades de voluntariado y ayuda comunitaria, quizá realizando actividades derivadas de su trabajo diario, o bien otras distintas que le permitan desconectar por completo.. De esta forma, el individuo contribuye a mejorar el desarrollo de la zona, aportando sus conocimientos y habilidades. Será una actividad enriquecedora para ambas partes.